Carção es una pequeña población del concejo de Vimioso. Muchas veces se refieren a ella como la "Capital del Marranismo". En el siglo XVII la Inquisición se dedicó a esta población e hizo presas a 130 personas. En un total que rondaría los 400 habitantes. Nunca una población, pequeña o grande, había sido tan fuertemente devastada por el tribunal religioso. De estos presos, 18 murieron quemados en Autos de Fe (actos públicos donde eran programadas y ejecutadas las sentencias del Tribunal de la Inquisición).
Este ataque a Carção fue tan violento que el padre Antonio Vieira (1600-1697) menciona que esta debería ser una de las comunidades casi exclusivamente constituidas por cristianos nuevos (descendientes de los judíos convertidos a la fuerza en 1497).
Con todo, a pesar de esta tremenda devastación, los marranos (término de origen español, peyorativo, que significa judíos forzados a convertirse al cristianismo pero que profesaban la religión judía en secreto) de Carção mostraron una extraordinaria capacidad de resistencia a la Inquisición, llegando a robar de la Iglesia Matriz los sambenitos (vestiduras rituales usadas en los Autos de Fe) de los muertos por la Inquisición, que este Tribunal había mandado a colgar allí para dar ejemplo.
La aldea se marcó cuando en 1651 se condenó a muerte a Francisco Mendes por haber asesinado a Gaspar Gonçalves, juez de Carção y por haber destruido una imagen del Cristo crucificado. Para memoria de este acto, se erigió en el local de su casa una gran lápida con el relato del crimen. Aún hoy, dicha lápida se encuentra en la aldea incrustada en el templete.
En el siglo XIX las autoridades católicas informaban de la forma cómo la práctica judía florecía, ahora sin la Inquisición. El abad de Baçal, investigador de inicios del siglo XX daba testimonio de la vivencia religiosa de esta comunidad. En la aldea, la población, incluso hace pocos años, se dividía entre los labradores, cristianos y los judíos, mercaderes o comerciantes.
En esta identidad religiosa marrana que fue evolucionando a lo largo de los siglos, escondida en virtud de la persecución, hay una memoria y una descripción de ceremonias religiosas que celebraban en casas particulares y en la capilla, cristiana, de San Esteban a las que daban el nombre de misas secas, o de cómo celebraban la fiesta del Kipur con una romería a los viñedos
Materializando esta herencia después de 500 años de la expulsión de los judíos y posterior conversión forzada (1497), los órganos propios de Gobierno de la Provincia decidieron adoptar como símbolo mayor de su bandera, blasón, una Menorá (candelabro de siete brazos) asumiendo su identidad marrana. La construcción del Museo Judío de Carção es un homenaje natural de esta población.
Carção es una pequeña población del concejo de Vimioso. Muchas veces se refieren a ella como la "Capital del Marranismo". En el siglo XVII la Inquisición se dedicó a esta población e hizo presas a 130 personas. En un total que rondaría los 400 habitantes. Nunca una población, pequeña o grande, había sido tan fuertemente devastada por el tribunal religioso. De estos presos, 18 murieron quemados en Autos de Fe (actos públicos donde eran programadas y ejecutadas las sentencias del Tribunal de la Inquisición).
Este ataque a Carção fue tan violento que el padre Antonio Vieira (1600-1697) menciona que esta debería ser una de las comunidades casi exclusivamente constituidas por cristianos nuevos (descendientes de los judíos convertidos a la fuerza en 1497).
Con todo, a pesar de esta tremenda devastación, los marranos (término de origen español, peyorativo, que significa judíos forzados a convertirse al cristianismo pero que profesaban la religión judía en secreto) de Carção mostraron una extraordinaria capacidad de resistencia a la Inquisición, llegando a robar de la Iglesia Matriz los sambenitos (vestiduras rituales usadas en los Autos de Fe) de los muertos por la Inquisición, que este Tribunal había mandado a colgar allí para dar ejemplo.
La aldea se marcó cuando en 1651 se condenó a muerte a Francisco Mendes por haber asesinado a Gaspar Gonçalves, juez de Carção y por haber destruido una imagen del Cristo crucificado. Para memoria de este acto, se erigió en el local de su casa una gran lápida con el relato del crimen. Aún hoy, dicha lápida se encuentra en la aldea incrustada en el templete.
En el siglo XIX las autoridades católicas informaban de la forma cómo la práctica judía florecía, ahora sin la Inquisición. El abad de Baçal, investigador de inicios del siglo XX daba testimonio de la vivencia religiosa de esta comunidad. En la aldea, la población, incluso hace pocos años, se dividía entre los labradores, cristianos y los judíos, mercaderes o comerciantes.
En esta identidad religiosa marrana que fue evolucionando a lo largo de los siglos, escondida en virtud de la persecución, hay una memoria y una descripción de ceremonias religiosas que celebraban en casas particulares y en la capilla, cristiana, de San Esteban a las que daban el nombre de misas secas, o de cómo celebraban la fiesta del Kipur con una romería a los viñedos
Materializando esta herencia después de 500 años de la expulsión de los judíos y posterior conversión forzada (1497), los órganos propios de Gobierno de la Provincia decidieron adoptar como símbolo mayor de su bandera, blasón, una Menorá (candelabro de siete brazos) asumiendo su identidad marrana. La construcción del Museo Judío de Carção es un homenaje natural de esta población.
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