En un valle rodeado de profusa vegetación, encontramos el Monasterio de Lorvão, clasificado como Monumento Nacional, que nos ha dejado huellas documentales y artísticas de su pasado mozárabe.
Cuando los musulmanes llegaron a la Península Hispánica, muchos de los territorios pertenecientes al reino visigodo se sometieron pacíficamente. El Califato impuso nuevas políticas administrativas, sociales y económicas, pero permitió a las comunidades cristianas y judías residentes mantener y practicar su religión y costumbres, siempre que pagaran el impuesto especial de capitación y no perturbaran el nuevo orden establecido.
Durante el periodo de islamización, se produjeron procesos de continuidad y muchos de estos cristianos andaluces, herederos del ritual visigodo que seguían practicando, adoptaron la cultura y la lengua árabes, convirtiéndose en cristianos árabes, tradicionalmente conocidos como mozárabes.
El monasterio estuvo fuertemente influenciado por las vicisitudes históricas de la región, especialmente la ciudad de Coimbra, importante centro de la cultura mozárabe.
La fecha de fundación del monasterio es incierta. Según las crónicas antiguas, la fundación de un monasterio en Lorvão se remontaría al siglo VI. Sin embargo, las fuentes documentales señalan el año 878, fecha de la primera conquista cristiana de Coimbra, como fecha aproximada de fundación, a partir de la cual aparecen los primeros documentos escritos, que atestiguan la existencia de una comunidad que desempeñó un importante papel en el desarrollo agrario y la repoblación de la región. En el siglo X, su importancia era ya considerable y el Cenobio gozaba de gran prosperidad, concretamente durante el gobierno del abad Primo, que mandó llamar a artistas especializados de la ciudad de Córdoba desde Al Andaluz para que realizaran obras de reforma en el monasterio, lo que muestra claramente las simbiosis entre las comunidades cristiana y musulmana.
A pesar de la retoma de estos territorios por la embestida musulmana de Almanzor en 987, la comunidad monástica sobrevivió, viviendo de la fe y del apoyo de los mozárabes de la región, y los monjes laurentinos ayudaron a los ejércitos cristianos en la nueva y definitiva reconquista de la región de Coimbra, en 1064.
Entre las producciones del scriptorium del monasterio de Lorvão, destaca un manuscrito iluminado, el llamado "Apocalipsis de Lorvão". Fechado en 1189, el manuscrito, actualmente en el Archivo Nacional de Torre do Tombo (Arquivo Nacional da Torre do Tombo), en Lisboa, presenta elementos decorativos en los que es visible la influencia de los manuscritos mozárabes hispanos, concretamente en la variedad de colores o en el arco morisco, frecuente en el diseño de la arquitectura de fondo.
La importancia histórica, artística y patrimonial del Monasterio justificó su inclusión en el Programa REVIVE, con el fin de revitalizarlo mediante la implantación de un establecimiento hotelero.
R. Evaristo Lopes Guimarães, Lorvão
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