Las colecciones del Tesoro-Museo de la Catedral de Braga dan testimonio de más de quince siglos de historia del Arte y de la vida eclesiástica en Braga.
Entre su valiosa colección se encuentra una bóveda de marfil de principios del siglo XI. Esta pieza, finamente grabada, fue encargada por Abd al-Malik, hijo del famoso Almançor, poderoso gobernador y jefe militar en el apogeo del califato omeya en Al Andaluz. A finales del siglo X, Almançor se dedicó a la guerra contra los reinos cristianos ibéricos, que habían reconquistado los territorios hasta Coimbra (Portugal) y Toledo (España). Entre 978 y 1001, llevó a cabo más de 50 saqueos e incursiones sangrientas, destruyendo iglesias y monumentos. En 997, arrasó la ciudad de Santiago de Compostela, quemando el templo prerrománico dedicado a Santiago el Mayor y ordenando a los esclavos cristianos que cargaran las campanas y las puertas de la iglesia sobre sus espaldas para hacer lámparas y techos para la mezquita de Córdoba.
Pero, siguiendo los preceptos del Libro Sagrado que prohíbe el asesinato de los sacerdotes, Almançor conservó el sepulcro del apóstol y al monje que lo custodiaba, lo que hizo posible que los Caminos de Santiago continuaran.
Por donación o saqueo, la bóveda acabó en posesión de la Catedral de Braga, a cuyo tesoro se incorporó desde la Alta Edad Media.
Rua Dom Paio Mendes
9.30 - 12.30 y 14.30 - 17.30 (18.30 Verano)