Sinagoga de Tomar | Museo Luso-Hebreo Abraão Zacuto

Único ejemplar de templo judío del siglo XV en Portugal.

La Sinagoga de Tomar es el único edificio religioso judío que se ha mantenido intacto, casi inalterado e íntegramente conservado, desde mediados del siglo XV, cuando se construyó, hasta hoy. Es un edificio renacentista y había sido construido en la época de gran acercamiento de la comunidad judía de Tomar al Infante D. Henrique (1394-1460), cuando la ciudad creció en población y riqueza.

Con una fachada muy discreta, de plano cuadrangular, el interior está repleto de simbolismo: el techo está apoyado en cuatro columnas, cada una con capiteles decorados con motivos geométricos y vegetalistas, que representan a las Matriarcas de Israel: Sara, Raquel, Rebeca y Lea. A las columnas se les conectan doce arcos, simbolizando las Doce Tribus de Israel.

La técnica de amplificación acústica que se usa también es única, e incluso conservada: en cada rincón superior se encuentran dos orificios correspondientes a las bocas de ocho ánforas de barro colocadas invertidas en la albañilería, creando la amplificación del sonido de los cánticos rituales.

Recientemente, tras excavaciones arqueológicas, se encontró una sala adosada a la sinagoga destinada a la Mikve, el baño ritual de purificación de las mujeres.

Sin embargo, la existencia de este edificio con uso de sinagoga sería efímera, pues en 1496, con la conversión forzada de los judíos al cristianismo, la judería se cierra, tal como su sinagoga.

Después de haber tenido varios usos a lo largo de los siglos, la descubrió Samuel Schwarz (1880-1953), un judío portugués de origen polaco, y luego se clasificó como Monumento Nacional en 1921. Schwarz adquirió el edificio en 1923 y ahí instaló un museo con su acervo de lápidas e inscripciones hebreas recogidas por todo el país, al que llamó Museo Luso-Hebraico de Abraão Zacuto. En 1939 el edificio se donó al Estado Portugués.