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El Camino del Norte comienza en Valença, en la frontera entre Portugal y España, y termina en el Santuario de Fátima. Forma parte del territorio del Norte y Centro de Portugal. El paisaje natural y urbano es bastante diverso y va cambiando a lo largo de este vasto recorrido. Ríos y montañas forman este territorio ancestral, donde aparecen pequeñas aldeas, villas y ciudades.
El Camino discurre en sentido de norte a sur, paralelo al mar, pero alejado hacia el interior. En algunos puntos se acerca más al litoral y, en otros, se desvía. Los grandes ríos que atraviesan Portugal y desembocan en el Océano Atlántico son elementos inolvidables del paisaje. Su travesía es también una experiencia viajera. Entre el río Minho y el río Duero, el escenario es verde y la brisa marina está presente. Entre el río Duero y el río Mondego, las llanuras litorales contrastan con el relieve del montañoso interior. Al sur del río Mondego, donde el camino sigue la Ruta Carmelita, el paisaje cambia gradualmente hasta llegar al Macizo Calcáreo Estremenho en las Sierras de Aire y Candeeiros.
A lo largo del recorrido surgen contextos rurales, urbanos, tradicionales y cosmopolitas. La naturaleza es sorprendente y, a menudo, exuberante. El Patrimonio arquitectónico, en todas sus expresiones, está siempre presente. Las vivencias locales preservan las tradiciones, manifestadas en la vida cotidiana, y adquieren una dimensión particular en momentos festivos.
Este Sendero tiene una longitud aproximada de 367 km y se divide en 17 etapas. Los recorridos se definen según las características geográficas, la logística de apoyo a los peregrinos y su necesidad de hacer pausas para descansar y meditar, y también de las condiciones adecuadas para disfrutar del paisaje y patrimonio cultural. Gran parte del Camino del Norte coincide con el Camino Portugués de Santiago.
La Credencial de Peregrino de los Caminos de Fátima está disponible para todos aquellos que recorren el Camino de Fátima.